
Como ya he dicho más abajo pasar de dormir en una buhardilla con un saco y quince personas más (en Uclés) a dormir en una habitación propia se agradece pero eso no es óbice para que tenga tambien sus "cosillas" que ahora contaré.
Cuando llegamos a la instalación (un convento de monjas) la organización nos asignó nuestras habitaciones y una chica nos acompaño a nuestro piso.
Al llegar a la puerta de mi habitación la chica se despidió amablemente y se fue y yo me quedé con la emoción de como sería mi habitación.

El caso es que ahi solo había una mesa y lo primero que pensé es: "¿Tengo que dormir sobre la mesa?Yo no veía nada más que eso hasta que me di la vuelta y frente a mi vi una cortina que descorrí enseguida y cual fue mi sorpresa que alli habia una cama con una mesita de noche y una silla.

¿Y se suponia que yo tenía que dormir ahí?
Si no fuera suficiente con el aspecto de la cama y todo eso tengo que comentaros que el encender la luz añadia más leña a mi antiguo trauma. Al darle al interruptor tardaba 5 minutos en encenderse la luz, se encendia un segundo se apagaba y asi sucesivamente hasta que se encendia por completo y todo ello acompañado por un BLAM! BLAM! BLAM! Todo aquello era aterrador de veras.Gracias señoras monjas por devolverme un trauma de niñez.

En la habitación solo iba a dormir y a pasar el rato cuando no encontraba a nadie con el que estar en la convención (que en esta ocasión gracias a Haldir fueron menos veces que en la anterior convención)
El primer día a la hora de irme a dormir cual fue mi sorpresa cuando me meto en la cama y tenia forma de arco de medio punto. Dormia con la barriaga más alta que los pies y la cabeza.


Para acabar con las cosas curiosas de la habitación no podemos olvidar el baño, en concreto la bañera/ducha. Cada vez que me iba a duchar tenía que dejar que corriera el agua por que salia más roja que cuando Dios tiñó de sangre el Nilo como una de las plagas a los egipcios. Imaginaros el primer día que me meto todo confiado y empieza a salir ese agua roja/anaranjada...
Lo dicho me tocó la habitación del pánico.
3 comentarios:
¿Y te quejas? Pero si parece que todo fue muy divertido... yo me estoy partiendo! xDDDDD
Pues nada! A la próxima convención vas tu a ver si te lo pasas tan bien vivido en primera persona.
XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD
Lo del agua roja nos pasó a nosotros también y por lo que parece pasaba en todas las habitaciones de esa ala. Nos tocó la ala más vieja y sin reformar, aunque no me quejo, las instalaciones estaban bastante bien en mi opinión.
A los fornicadores tendrías que haberles cortado el rollo golpeando a la pared diciendo "qué aneu forts mal parits?" a ver si vuelven a empreñar, digo, fornicar XDD
Publicar un comentario