2007/08/06

GaliciaMedia (I)

Rumbo a Galicia
Esto se esta volviendo una tradicion, me refiero a ir de viaje con Johnny.

En esta ocasión nos fuimos a ver la exposición que sobre las peliculas del Señor de los Anillos se hacia en Galicia. Concretamente en Coruña y Santiago de Compostela.

Me reuní con Johnny en el aereopuerto y nos fuimos a facturar. Tras facturar rumbo a embarcar y eso fue un poco mas complicado.
Al llegar a la zona donde estan los controles para pasar a la terminal de embarque habia colas kilometricas de güiris, tal era así que tuvieron que colocar tiras elásticas y hacer pasillos en zig-zag. Era como cuando los emigrantes llegaban a la Isla de Ellis en Nueva York. Nos pusimos en una de las dos colas que había. Tras 45 minutos y al estar apunto de llegar a la última vuelta de la fila llaman para que embarquemos en el vuelo. Llamamos a uno de los seguratas que nos dice que pasemos delante de los otros de la cola. Pasamos y al llegar a los controles... otra cola, a esperar porque a los güiris les pitaban las máquinas a uno sí y a otro tambien. Cuando nos toca ponemos la mochila y las cosas en la cinta de los rayos-x. Johnny pasa y al girarme detras de mi veo una vieja alemana que habia quitado nuestras cosas y habia puesto las suyas. Me la quedo mirando y me sonrie torciendo un poco la cara. Yo ni pestañeo y vuelve a poner nuestras cosas sobre la cinta. Ya le vale a la vieja. ¿Qué se creía que iba a pasar antes si ponia lo suyo delante? Bueno, el caso es que pasamos y nos ponemos a correr como locos en dirección a la puerta de embarque. Correr no es un problema para mí pero se ve que para Johnny sí, y el tio sacaba la lengua al llegar a la puerta que nos tocaba.
Subimos al avión y rumbo a Madrid.
Tras un vuelo de unos 45 minutos llegamos a Madrid, ahi teniamos que hacer un trasbordo a otro avión que nos llevaría a Coruña.
Nunca habia estado en el aereopuerto de Madrid y me dejo flipado. Salimos al aereopuerto y aquello era como un inmenso centro comercial. Buscamos la puerta que nos toca para embarcar en uno de los paneles electrónicos y nos dirigimos mediante los carteles a donde se supone que esta la puerta hasta unas escaleras mecanicas que bajan. Mierda! ¿Hay que ir por ahi? Venga! Va! bajamos y vemos que aquello esta cerrado, a medio camino digo: -Coño! si en ese piso que hemos pasado habia una puerta con un cartel de nuestra puerta. Me doy la vuelta y empiezo a subir las escaleras mecanicas que bajaban y me pego un leñazo con la rodilla derecha que para que... (nunca subais una escalera mecanica que baja) XDDDDDDDDDD y el puto Johnny riendose de mi. Al llegar al piso veo que la puerta esta cerrada (¿para esto me pelo la rodilla subiendo?), habia que seguir bajando. Pues eso, a bajar...



Lllegando a abajo, habia que subir otras escaleras que te llevaban a una terminal de metro. Nos llevaron en metro hasta nuestro destino. Yo lo flipaba. ¿Pero es tan grande esto?
Al poco de bajarnos del metro llegamos a nuestra puerta de embarque una hora y pico antes de la hora que nos tocaba embarcar.
Ya en la terminal fui al W.C. a "negociar la liberación de unos rehenes" o a "desfragmentar atomos" como prefirais que lo llame. Y los baños eran como serian los baños de Star Trek, estas ahi sentado y depronto notas que el Water suelta el agua y tu: -Pero si aun no he terminado! Y así hasta que acabas. Todo funciona por sensores. XDDDDDDDDDDDD Salvo en mi estomago. XDDDDDDD

Al acabar me fui donde estaba Johnny. E hicimos el relevo. Ahora era él el que iba al baño.

Al volver Johnny, al bar a desayunara, que el niño tenía hambre. Yo no, porque no suelo comer por la mañana.

Tras comer, nos sentamos a esperar que nos llamaran para embarcar. Ahi se me ocurrió algo que no llegamos a hacer, pero que cuando se lo conté a Johnny nos partiamos de risa.


La cosa era llegar los primeros a embarcar (como habiamos hecho nosotros) y sentarnos a esperar a que llamaran para embarcar. Y esperar y esperar... Primer aviso, segundo aviso... Y que todo el mundo que estuviera ahi nos hubiera visto sentados y sin hacer nada. Tercer y último aviso... entonces levantarnos y darle la tarjeta de embarque a la azafata. Y entrar como si no hubiera pasado nada. La cara que habrian puesto las azafatas, sería para partirse. El problema vendría al entrar en el avión que seguro que el pasaje nos comería vivos. Pero... Somos gente sensata y nos comportamos. No como un tio trajeado que habia que montó un escandalo a la azafata porque nos habian cambiado el avión y los asientos que nos habian asignado no correspondian a los de la tarjeta de embarque. Siempre hay gente que se queja por nada, sobretodo porque su billete no era de primera .

Una vez dentro del avión no tardó en despegar rumbo a Coruña.

El sobrecargo al despegar nos informó que el tiempo era bueno durante todo el trayecto y que... bueno, en Coruña alguna nubecilla que otro.

El viaje transcurrió sin muchos problemas, salvo los dos niños que se sentaron detras de nosotros y que estuvieron dando patadas al asiento de Johnny y que al casi llegar a Coruña empezaron a cantar a coro el estribillo de una canción infantil que ahora no recuerdo cual era. Cuando digo a cantar digo a repetir y repetir el estribillo. XDDDDDDDDDDDD
Johnny ya no podia más y yo me partía.

Llegamos a Coruña y esas nubecillas que dijo el sobrecargo eran unas nubes que tapaban el sol y que estaban dejando caer su lluvia.

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